Las Culebras del Jardín de las Delicias.
Las Culebras, antes de entrar en el Jardín de las Delicias se deslizaban por las praderas, inocentes de los riesgos y los peligros.
El mismo día que entraron en él, descubrieron que Dios existía y supieron que habían perdido el paraíso para siempre.
Ese mismo día, la inocencia se volvió pecado.
Las Culebras, antes de entrar en el Jardín de las Delicias se deslizaban por las praderas, inocentes de los riesgos y los peligros.
El mismo día que entraron en él, descubrieron que Dios existía y supieron que habían perdido el paraíso para siempre.
Ese mismo día, la inocencia se volvió pecado.